Profundamente irritado, fui a sentarme al final de la enorme mesa donde tanto discípulos como monjes tomaban sus alimentos en el monasterio. Acababa de tener...
Era un joven y abogado prometedor. Había aprovechado para tomarse unos días de descanso para conocer al Viejo, de quien había oído hablar. Mientras lo...
La pequeña ciudad, en la falda de la montaña que abriga al monasterio, despertaba. Sus calles antiguas, estrechas y sinuosas, aún estaban mojadas por el...
“Una mirada perfecta es aquella capaz de encontrar belleza en donde todos apenas ven desastre”, dijo el Viejo, como cariñosamente llamábamos al más antiguo monge...