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El mercader de sueños

Era casi medianoche y no podía dormir. Resolví salir de la tienda y me encontré con Canción Estrellada – el chamán que recibió ese nombre gracias a su don de compartir la sabiduría nativa mediante historias, cantadas o no – fumando su inconfundible pipa de hornillo de piedra. Le pedí permiso para sentarme a su lado y me lamenté ante la dificultad para dormir. Él me miró de manera serena, dio una larga bocanada y dijo: “Necesitas tener una conversación seria con el Mercader de Sueños”. Obviamente no entendí de que hablaba y le pedí que fuera más claro. “¿Tú sabes por qué los indígenas se pintan el rostro cuando van a una ceremonia o cuando antiguamente iban a la guerra?”. Su pregunta hacía que mi mente estuviera aún más confusa. Ante la negativa dijo: “Las pinturas no son aleatorias ni estéticas, pero revelan, según los colores y los trazos, la magia de cada uno”. ¿Magia? Quise saber a qué se refería con este término. “Todos, sin excepción, tenemos nuestros dones y talentos que debemos usar con creatividad. Esa magia particular es lo que nos hace especiales; ella puede expresarse de diversas maneras ya sea por el don de la sabiduría a través del talento de enseñar, de la compasión para acoger a los necesitados, de la verdad para sembrar justicia, del coraje para ofrecer seguridad, de la sensibilidad para ayudar a aflorar los sentimientos. En fin, son innumerables los dones y talentos que se manifiestan en la esencia de cada persona y que se reflejan en la manera como ella camina en belleza, sembrando buenos frutos por donde pasa. Es la espada del guerrero, como los ancestros metafóricamente decían. Estos dones tienen que ser aplicados en el trabajo o profesión, pues cuando el guerrero no usa su espada se oxida y él se vuelve amargo”.

Le dije que sus palabras eran bellas y sabias, pero que no entendía cómo se aplicaban a mis noches insomnes. “A menudo vendemos nuestros sueños al Mercader”. Le dije que entendía cada vez menos. Él me miró profundamente a los ojos y dijo: “Muchas veces desistimos de nuestros sueños, lugar en donde habitan nuestros dones y talentos, en pro de lo que denominamos, por equivocación, objetividad o pragmatismo; ya sea por la necesidad de sustento, ambición o miedo, en vez de vivir nuestro sueño a través de una profesión en la cual podríamos ejercerlo, entonces se lo ofrecemos al Mercader a cambio de un trabajo más rentable que nos dará comodidad rápidamente. Al principio el dinero traerá buenas sensaciones y hará que olvides el sueño; incluso podrá decirte que soñar es cosa de niños. Así, comienzas a usar máscaras o a vivir de personajes con la ilusión de ser feliz. ¿Sabes por qué los niños son tan alegres? Es porque ellos son auténticos y creen en sus sueños. ¿Quieres entristecer a un niño? Róbale sus mejores sueños”.
Canción Estrellada guardó silencio durante algunos momentos y contempló las estrellas como si pidiese las mejores palabras. Dio una bocanada más y prosiguió: “Sólo que los sueños nunca mueren. En la noche, cuando cierres los ojos para encontrarte contigo mismo, tus dones y talentos vendrán a buscarte para danzar o para recordarte que abandonaste lo mejor que había dentro de ti. Entonces, se hace difícil dormir”.

“Tu don es el barco que te ayudará a navegar los mares de esta existencia; tu talento es el timón que lo dirigirá al puerto dorado de la plenitud. Por lo tanto, abdicar de ellos es estar a la deriva en las tempestades y perder de vista la estrella que te guía”, explicó. “Para volver a dormir es necesario negociar con el Mercader para que te dé tus sueños de nuevo”, concluyó.

Reflexioné durante algunos instantes y le dije que tal vez conocía a algunas personas que ya habían negociado con el Mercader de Sueños. Sabía de un operador del mercado financiero que dejó su fortuna y el estrés de la Bolsa de Valores para ser cocinero de un restaurante en una pequeña ciudad del interior; un médico que se volvió artista plástico; un guitarrista que abandonó los escenarios y la fama para estudiar Derecho y convertirse en un buen juez. “No existe correcto ni incorrecto. Apenas existen los sueños”, interrumpió el chamán.

Le pregunté cómo podríamos entender este proceso. “Todo comienza con una gran insatisfacción con relación al mundo, donde todo parece errado. En ese momento usualmente nos deprimimos, nos lamentamos. En realidad, el mundo es tan sólo el espejo de las personas que lo habitan y todos hacemos parte de la tribu de esta gran aldea planetaria; él se ilumina o se oscurece según la luz que hay en nuestra visión. Como la única manera de cambiar la vida es cambiando nosotros mismos, surge el embrión de la transformación. Así como la serpiente cambia de piel para hacerse mayor y más fuerte, surge la necesidad de abandonar en nosotros lo que no sirve más y dar paso a lo nuevo que necesita nacer. Esto va a reflejarse tanto en tu apariencia como en tu comportamiento. El hecho de expresar libremente todos tus deseos, sentimientos e ideas con creatividad, tiene un gran poder de cura. Recuerda que vivir no es más que un ejercicio de perfeccionamiento del ser. Por lo tanto, vivir es curarse a sí mismo”.

“Transformarse es fundamental. Ejercitar tus dones y talentos es disfrutar de toda la magia que el Gran Misterio te ofrece. Abandonar esto es abdicar de tu poder y renunciar a la plenitud del ser”. Cuestioné al buen anciano sobre cómo hacer para reiniciar mi proceso. “Es indispensable viajar en búsqueda de tu esencia para entender tus reales necesidades e identificar tus verdaderos dones y talentos. Es común confundir nuestra magia con nuestros deseos por brillo y reconocimiento, frutos de la inseguridad y vanidad que son las semillas del miedo. Si esto sucede el Mercader no negociará contigo, pues él no tendrá nada para entregarte”.

Le pregunté cómo reconocer mi verdadera magia. “Ella está a flor de piel; hace que tus ojos brillen, que olvides el cansancio y trabajes por puro placer. Aunque necesites aprender técnicas para desarrollarte mejor, siempre tendrás la sensación que naciste sabiendo hacer aquello. Verás toda tu creatividad florecer y embellezar la vida de quienes se cruzan en el camino, pues tus mejores sentimientos y pensamientos serán inherentes a tu nuevo arte u oficio. No habrán dudas cuando estés frente a frente con tu magia”.

Quise saber si era posible que el Mercader se recusara a devolverme mi sueño. “Nadie puede todo. Todos estamos sujetos a las Leyes no Escritas. En caso absurdo de que el Mercader se negara a devolverte lo que es tuyo, será porque duda de tus buenas intenciones. Siendo así, ofrécele el compromiso de usar tu magia con dignidad para difundir alegría a todos y donde quiera que vayas. De esta manera el poder volverá a ti con la fuerza que tenía cuando eras niño. ¡Úsalo para iluminar el mundo!”.

Gentilmente traducido por Maria del Pilar Linares.

2 comments

Mayra Briceño noviembre 7, 2016 at 1:06 am

Me encantó la publicación , fue como una luz en la oscuridad. Felicidades por los maravillosos temas que pública.

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Fernando E Sagredo A. mayo 26, 2019 at 7:05 pm

Muy esclarecedor p estos tiempos d tanto talento y varios principios perdidos.

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